El pasado sábado se detectaron múltiples rayos en un radio de 480 kilómetros del Polo Norte, informó el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., que incluso emitió una declaración especial sobre el inusual fenómeno. "Este es uno de los rayos más al norte en la memoria del pronosticador de Alaska", afirmó el servicio. En nuestro planeta se producen millones de rayos al día, pero muy rara vez el fenómeno afecta áreas cercanas al Ártico.
Una de las claves para la formación de un rayo es la inestabilidad atmosférica, cuando la atmósfera inferior es más cálida y húmeda mientras que la capa superior es fría y seca. Estas condiciones estimulan la convección, que puede generar tormentas eléctricas.
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