MUSICA › A LOS 88 AÑOS, MURIO ARIEL RAMIREZ, PIANISTA Y COMPOSITOR, UNO DE LOS GRANDES SIMBOLOS DE LA MUSICA POPULAR ARGENTINA
El músico que fue coronación del folklore
Autor de canciones emblemáticas como “Alfonsina y el mar” y obras conceptuales como la “Misa criolla”, desarrolló un aporte fundamental a lo mejor del folklore argentino.
El músico que fue coronación del folklore
Autor de canciones emblemáticas como “Alfonsina y el mar” y obras conceptuales como la “Misa criolla”, desarrolló un aporte fundamental a lo mejor del folklore argentino.
Por Karina Micheletto
Fue uno de los compositores más renombrados de la música folklórica argentina y uno de los que mostró sus posibilidades en el mundo entero, con obras conceptuales y espectáculos que propusieron al folklore como “música para escuchar”, en tiempos en que se acostumbraba encasillar al género como “festivo”. Fue, también, un hombre que marcó records a fuerza de talento: se lo consigna como el autor de la canción traducida a más idiomas del cancionero (“Alfonsina y el mar”) y de la obra del género folklórico que más discos vendió en el mundo (Misa criolla). El pianista y compositor Ariel Ramírez falleció ayer, a los 88 años.(18 de febrero de 2010)
Había nacido en la capital santafesina el 4 de septiembre de 1921. Hijo de un maestro, periodista, matemático y escritor, Zenón Rodríguez, y de Rosa Blanca Servetti, también maestra de escuela, Ariel estudió piano de pequeño, pero no escapó al mandato familiar: obtuvo el título de maestro de escuela, al igual que otros nueve hermanos. “No podía haber un Ramírez que no fuera maestro en Santa Fe. No es que me obligaran, mi viejo nunca se opuso a mi vocación. El magisterio me dio una formación. Después, todo lo demás me lo dio la vida”, contaba él en una entrevista.
Había nacido en la capital santafesina el 4 de septiembre de 1921. Hijo de un maestro, periodista, matemático y escritor, Zenón Rodríguez, y de Rosa Blanca Servetti, también maestra de escuela, Ariel estudió piano de pequeño, pero no escapó al mandato familiar: obtuvo el título de maestro de escuela, al igual que otros nueve hermanos. “No podía haber un Ramírez que no fuera maestro en Santa Fe. No es que me obligaran, mi viejo nunca se opuso a mi vocación. El magisterio me dio una formación. Después, todo lo demás me lo dio la vida”, contaba él en una entrevista.
Uno de sus más aclamados éxitos fue en 1984 cuando la Misa criolla, compuesta 20 años atrás, resultara un éxito mundial. Esta obra fue realizada en base al texto castellano redactado por la Comisión de las Iglesias de América latina, después de que el Concilio Vaticano II dispusiera la realización de los oficios religiosos en el idioma de cada lugar, abandonando el latín, y contó con el apoyo y colaboración del sacerdote Osvaldo Catena, asesor de Liturgia para América Latina, el sacerdote Jesús Gabriel Segade (director de la Cantoría de la Basílica del Socorro) y del sacerdote Alejandro Mayol.

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